
Luego de 23 horas, solo faltaba una hora para las 24, la gente se empezó a sentir mal y sentían que iban a explotar, y como Glotin se acordó de el color extraño de esa comida y pensó que todas las personas que habían probado se exquisita comida iban a morir por esa razón y entonces empezó a hacer un antídoto, y tenía un frasquito que decía “antiradioactividad”, y Glotin solo rezaba porque la radioactividad fuera la causante de todos los malestares, de las personas, y lo echó a una comida cualquiera que le gustara a todas las personas que habían probado su exquisita comida, se demoró 40 minutos exactos e preparar la comida extraña, pero justo alcanzó a repartirla en todo el mundo, y justo cuando quedaba un minuto para las 24 horas todos los que habían comido su comida extraña se sanaron y ya no sentían malestares, ni que iban a explotar, ni nada y Glotin aprendió a no cocinar cosas raras porque pueden ser malas y a no comer tanto porque le puede hacer mal, y Glotin vivió feliz para siempre.