viernes, 26 de mayo de 2006

La estufa mágica

Un hombre gruñón llamado J.R.L. (Juan Rodrigo Laminado) que se compró una estufa que al día se le echó a perder, empezó a calentar poco, se apagaba sola y vibraba, entonces como era tan gruñón le pegó una sola patada y se encendió, y ya no vibraba, entonces un día cuando la temperatura estaba muy baja el J.R.L pensó que quería un poco más caliente y la estufa se calentó más, entonces cuando hacía más o menos calor y frío pensó que quería la estufa un con un poco menos de calor y la estufa bajó la temperatura, entonces descubrió que podía controlar la estufa con su mente, entonces, se la llevó a todas partes, hasta que un día por ir transportándola de lado a lado se le cayó y se le rompió, cuándo se cayó la empezó la empezó a patear y se enojó mucho, volvió a la casa y se acostó enojado y por tan gruñón que salió se le rompió la cama y esa fue la historia del J.R.L gruñón.

3 comentarios:

Gonzalo Araya dijo...

¡Qué gruñón ese señor Laminado! No sabe que con enojarse no se arregla nada. Además, por enojón se perdió esa gran estufa que controlaba solo con su mente. Era un verdadero tesoro.

Un besito mi pollito lindo

Papá

Aristóteles dijo...

El que se enoja pierde.

Diego, es cuestión de actitud. De disponer nuestra mente a una buena actitud ante las diversas situaciones de la vida.

Dios te bendiga.

chüpetina dijo...

qué bueno!

un blog para contar cuentos!

pero... ¿sólo puedes contarlos tú?

por cierto, idea para añadir a tu blog: sitios de tu provincia o de españa donde se cuentan cuentos.

besos babosos...