sábado, 10 de junio de 2006

las mesas mágicas

Había una vez una mesa que estaba abandonada en un demoledor de mesas antiguas y si no la sacaban de ahí la trituraban, entonces el jefe de esa empresa tuvo compasión de esa mesa y se la llevó a una parte mejor, se a llevó a su oficina y ocupo un muy buen lugar, tenía la mesa una madera fina pero por los años que estuvo en esa parte trituradora se le fue gastando la pintura y poco a poco destiñendo entonces el jefe la pinto con una pintura marca “pintura” y quedó mejor que todas las mesas de su país, después siguió trabajando y vio una mesa y como que escuchó hablar a la mesa diciendo “sálvenme me trituran, es mi turno de convertirme en aserrín sálvenme”, y tuvo cada vez más compasión de las mesas y puso fin a su empresa porque ya no quería escuchar más a las mesas hablar , además se estaba volviendo loco con tanto ruido con las máquinas que tenía para eso, y decidió vender las mesas a otro país porque en su país nadie necesitaba otra mesa y vivió feliz para siempre.

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